lunes, 15 de julio de 2019

Nazca: ¿Extraterrestres en Perú?

El árbol
Después de que uno visita Nazca tiene dos opciones: empezar a creer en los extraterrestres o creer que los antepasados de los peruanos son súper humanos.
El mayor atractivo que tiene esta ciudad son las llamadas "líneas de Nazca", que no son otra cosa que geoglifos precolombinos que se extienden por el suelo del desierto, pero con una particularidad: La mayoría de ellos solo pueden ser vistos desde el cielo.
Te debes estar preguntando ¿quiénes hicieron eso? ¿Cómo lo hicieron? y ¿Para qué lo hicieron? ¿Cómo podían ver si el trabajo había quedado bien? Bueno, bienvenido al mundo enigmático de Nazca. Mucha gente asegura que fueron los extraterrestres y sus maneras de comunicarse desde el cielo, otros dicen que tenía fines rituales, otros que es un calendario gigante construido por una cultura avanzada como la de los Nazca, capaz de hacer lo que quisiera con métodos y tecnologías que nosotros no entendemos porque ya pasamos por un proceso de colonialismo eurocentrista.
No sé quién tiene la razón, pero es interesante ir acompañado de un guía para entender en parte lo que ya los arqueólogos han descubierto: que las figuras están unidas por líneas no tan profundas como las de las figuras (aproximadamente 30 centímetros), que las líneas que parecen hechas al azar y se atraviesan no son carreteras: muestran los puntos exactos del sol en los solsticios, coinciden con constelaciones: o sea, que son una lectura del cielo, y, por lo tanto, del transcurso del tiempo.
Uno de los guías me plantó una duda sobre las representaciones de los humanos sobre las líneas, él decía que siempre se veían con siete dedos en las manos a los humanos y esto puede deberse a un ciclo de siete años, cuatro de abundancia y tres de sequía, lo cual no me pareció tan extraño, pues muchos de los ritos de esta civilización tenían que ver con el agua, un bien escaso y valioso.
Pero no es lo único que hacían los Nazca: la cerámica variada, de colores vivos e imágenes perfectas es mi favorita, sin ignorar que también eran expertos en acueductos (y lo resalto porque es una de las razones por las que se habla de los romanos como una sociedad avanzada, pero a veces dejamos por fuera a los precolombinos).
Sus centros de adoración en la Necrópolis de Chauchilla muestra la increíble técnica en arquitectura y de nuevo la lectura de las estrellas. Esta Necrópolis guarda una cantidad considerable de momias en buen estado que hablan de las costumbres y las formas físicas, de las tradiciones y vestimentas de esta cultura.

LO TRISTE
Hay varias cosas tristes en Nazca, la primera es que la cantidad de huaqueros y saqueadores se ha llevado un montón de piezas invaluables de las que no tendremos conocimiento, además de que en su paso destructivo hacen daños irreversibles a las momias. Al caminar por el cementerio es posible encontrarse con pedazos de cerámica en el piso, con huesos, e incluso con trozos de pelo.
Muchos de los visitantes no dudan en llevarse un pedacito de cerámica para el recuerdo, lo cual produce un daño irreparable a la historia que podríamos conocer en un futuro, pues, aunque la gente insiste que las culturas precolombinas no tenían escritura, se están olvidando de que las vasijas, los telares, los quipus tienen historias que aún no sabemos leer del todo.
El hecho de que Perú sea un país tan rico en sitios arqueológicos también puede ser un problema, pues es imposible cuidar de tantas zonas protegidas o tener un presupuesto amplio para todo.
También es triste ver cómo las líneas se han venido borrando por el tránsito en la carretera Panamericana que cortó en dos al Lagarto, o de las personas irresponsables que desobedecen los límites y entran con vehículos en las zonas designadas causando graves daños.

LO DIVERTIDO
Aunque es muy interesante el postre arqueológico de la región, también hay una oferta divertida de aventura. Las dunas son preciosas y es posible ir en buggies y hacer sandboard por buenos precios (y además los guías son bastante atrevidos y hacen un montón de acrobacias en la arena).

LOS PRECIOS
Prometí que la próxima vez que visite este lugar me subiré a una avioneta para observar todos los geoglifos desde el cielo, pues apenas se pueden ver cuatro desde la tierra. El sobrevuelo cuesta aproximadamente 90 dólares personas más los impuestos que usualmente están por los 30 dólares (esto en un vuelo conjunto, los privados cuestan mucho más). Aunque no se tome la opción de la avioneta, vale la pena ir. Los demás tures son económicos, y siempre es posible negociar con las personas a carga (usualmente tienen tres precios: el de los peruanos, el de los latinos/hispano hablantes y el de los demás).

OJO CON
Hay que cuidarse de los "vivos", preguntar el tour en varios lugares y estar atento. Nosotros decidimos hacer por cuenta propia uno de los recorridos (lo que es muy difícil por el transporte y las distancias), y en el primer mirador un guía que iba con dos franceses se nos acercó y nos dijo que tenía espacio en el auto y que podíamos compartir el viaje con los otros. Al final nos quería cobrar más de lo pactado y no hizo ninguna rebaja a los enojados franceses. Lo bueno es que logramos hablar con la pareja, explicarles nuestra situación y terminamos almorzando juntos e invitándoles una cerveza (porque de verdad les cobraron mucho).




DATOS ÑOÑOS
1. La cultura Nazca está ubicada temporalmente entre los 100 y los 800 años d.C.
2. Algunos piensan que los Nazca tenían técnicas de vuelo para poder divisar las líneas.
3. En Nazca prácticamente no llueve (y eso permite que las zonas, las líneas, los complejos y las momias se conserven)
4. El arqueólogo peruano Toribio Mejía fue quien descubrió las líneas mientras hacía senderismo en una colina 1927.
5. Las líneas sufrieron daños con los primeros vuelos exploratorios, debido a problemas técnicos, por eso ahora son tan estrictos con las normas.
6. La primera referencia de las líneas de Nazca en la literatura escrita, data de 1547, del conquistador Pedro Cieza de León. En aquella época pensaron que eran especies de carreteras.
7. Hay cerámicas que muestran las figuras en miniatura, lo que lleva a pensar a los estudiosos que las Líneas de Nazca fueron hechas a pequeña escala y luego construidas en gran escala.
8. Los dibujos más conocidos son de animales: colibríes, cóndores, garza, grulla, pelícano, gaviota, loro, mono, araña, caracol, ballena, perro, un hombre (el astronauta), llamas, lagarto (partido por la carretera panamericana), serpiente, iguana.

viernes, 8 de marzo de 2019

Las mujeres que viajan solas son feministas

¿Recuerdas tu primer viaje en solitario?
El miedo propio a veces te invitaba a abandonar los planes, a posponerlos para cuando tuvieras más dinero, más tiempo, cuando alguien te acompañara.
El miedo ajeno te paralizaba: tantas mujeres violadas, desaparecidas, muertas, robadas, masacradas, insultadas, lastimadas.
Los prejuicios frenaban: iban a pensar que no podías conseguir pareja, que eras una marimacho, una cualquiera, una libertina, una solitaria.
Pero aún así saliste a tu primera aventura, y descubriste cosas que de haber ido acompañada pasarían desapercibidas, te conociste, te fundiste en el silencio y así escucharte, extrañaste a los que esperan en casa, apreciaste tus privilegios, permitiste dejar ir lo que te hizo daño, venciste las trabas, te viste autosuficiente, valiente, pudiste darte cuenta de que bastaba tu ser para atravesar ríos, mares, aires, continentes, desiertos.

Te sorprendiste al saber la bondad del universo, te permitiste conocer nuevos compañeros de viajes (algunos de minutos, otros para siempre), hiciste nuevos amigos que vieron cosas que otros nunca vieron, viste la vida desde un ángulo diferente, te diste la oportunidad de ser quien de verdad eras sin que nadie te juzgara. Comiste cosas que nunca habrías de comer, fuiste capaz de hablar el lenguaje de señas, de ubicarte en un mapa, de confiar en extraños, de dormir en casas de desconocidos, en lugares públicos, en estaciones de tren, en buses, en aeropuertos, en aviones, en parques, en playas.
Aprendiste en carne propia que el machismo existe y que muchas veces lo ejercen las mujeres. Supiste que muchos intentarían hacerte daño, sobrepasarse, humillarte, perseguirte, insultarte, pero también encontraste formas de enfrentarlos, de esconderte, de buscar ayuda, de protegerte, de contestar, de ignorar, de dejar la vergüenza, de dejar el miedo, de perdonar, de comprender y empatizar.
Gracias por ese primer viaje que hiciste, y porque ganaste un poco de valor para el siguiente, para los días, semanas, meses y años en los que seguirías llevando tus propias cosas en tus hombros, la sabiduría en el corazón y lo aprendido en el recuerdo. Gracias al paso que diste, otras mañana también lo harán, porque gracias a tu presencia un lugar será más seguro, porque otras se sentirán seguras a tu lado, porque la charla que tuviste con esa desconocida le cambiará su mundo.
Sí, eres una feminista, tienes la lucha en la mochila y en las botas, la valentía en los ojos, la experiencia en el alma.


Soy feminista. No de las que se quitan la camisa, no de las que militan activamente, no de las que pertenecen a un colectivo, no de las que dan charlas: a todas ellas admiro y aprecio. Todas las luchas son honorables, y de todas necesitamos. Mi lucha la doy viajando y mi arma es mi mochila.
Soy feminista y mi feminismo, como mi personalidad, es muy particular.

Soy feminista, no me maquillo, odio los tacones, me siento incómoda en vestidos, llevo años sin planchar y apenas me desenredo el pelo cada día, pero reconozco a las feministas que se maquillan, usan tacones, vestidos y están peinadas cada día.
Soy feminista y me depilo, tengo pareja, amo cocinar, ordeno mi casa, doblo la ropa, y reconozco a las feministas que no se depilan, ni tienen pareja, ni cocinan, ni cuidan de su casa, ni doblan la ropa.
Soy feminista y no quiero hijos (aunque me encantan los niños), apoyo el aborto libre y gratuito (aunque, creo, no lo haría), tengo Maestría (y quiero hacer un doctorado), llevo años trabajando y viajo sola y acompañada, pero reconozco a las mujeres feministas que tienen, quieren, enseñan y cuidan a sus hijos, que no están de acuerdo con el aborto, que no quieran o puedan estudiar, que no trabajan por sueldos remunerados y que no viajan solas.
Soy divorciada y agradezco a que otras mujeres dieron la lucha para que yo pudiera decidir el momento en el que quise cambiar mi vida. Voto, salgo a la calle sola, uso pantalón, estudié en una universidad y todo eso se lo debo a esta lucha. No fue, ni es, ni será una lucha contra los hombres, es una lucha en conjunto con ellos por la igualdad de oportunidades y el respeto a la diferencia de la naturaleza de cada uno.
Nos enseñaron a odiarnos entre nosotras, a insultarnos, a criticarnos, yo hoy quiero que nos unamos y le dejemos a la siguiente generación el amor que también puede construirse desde el apoyo y la empatía, desde el respeto a la diferencia. Hoy salgo a marchar porque todavía tenemos luchas que dar, para que mis sobrinas, mi ahijada, las hijas de mis amigos, de mis familiares, no se sientan nunca relegadas por ser mujeres.