Esto es Big Island
El tatuaje más popular de la Kona son las islas completas de Hawaii. Ahora entiendo por qué. El tiempo aquí es diferente, el tiempo se va rápido, pero de manera tranquila. Es como si el mar se llevara muchas cosas. Tal vez es la razón por la que los que nacieron aquí, en su mayoría, no se quieren ir, o al menos no para siempre. Hay una conexión que se crea, una unión. Como si Hawaii fuera un ser vivo y no un territorio, un ser muy atractivo. Y bueno, las leyendas que acompañan la isla apoyan mi teoría.
Debo admitir que me llené la boca diciendo que lo más posible es que me aburriera en una isla donde la oferta de cine es limitada (y un poco costosa, 10 dólares por entrada sin silla numerada igualnisenecesita), las actividades se pueden contar con los dedos de las manos, donde cierran los restaurantes a las nueve de la noche, pero no. Es un lugar encantador, y no puedo cansarme de ver las estrellas casi a diario (cuando no se pueden ver es porque está nublado), de ver atardeceres nuevos, de la luna a las cuatro de la tarde imponiéndose en el cielo.
Empecemos el post de verdad, dejando a un lado mi maña intimista (si es que ya no aburrí a unos cuantos).
Estoy en el estado de Hawaii, USA, uno de esos lugares que por más de que sea gringo, no es gringo del todo. Se pronuncia con las dos "ies" al final, como jawai-i. Este archipiélago se compone de dieciocho islas, pero solo ocho son consideradas "principales", de esas ocho solo hay tres populares; Big Island, Maui y Oahu (donde está la capital).
Estoy en Big Island, la más grande de las Islas de Hawaii y donde el gran Kamehameha (no se acentúa la "a" del final, como lo hace Gokú) gobernó y logró la unión y la paz de las islas. Esta Isla tiene, digamos, seis mini ciudades, Hilo (que tiene aeropuerto), Hamakua, Kohala, Puna, Ka'u (donde está el parque de volcanes) y Kona (también tiene aeropuerto). Entre Kohala y Kona se encuentra la mayor cantidad de atractivos turísticos, hablando de playas y esas cosas populares.
Estoy en Kona, a una cuadra del océano y a diez minutos caminando de la playa más cercana (una bien chiquita) y con la que Tomás González y yo tuvimos el primer encuentro playero (trasladé la mayoría de mis lecturas y escrituras a la playa porque la banda sonora de las olas me parece una excelente compañía).
Por el Alii (Alii significa jefe) drive hacia el norte se ven más turistas que locales, y razón hay en esto, es aquí donde las murallas reciben el estallido de las olas junto al mar. Al ladito está la calle que no permite más de 15 millas por hora,tal vez para estar pendiente de los transeúntes, o tal vez para disfrutar el espectáculo que da el sol reflejado en el agua, los barcos tranquilos que se dejan llevar por las olas (usualmente no tan fuertes en esta zona). Por acá ando yo en una moped (una scooter chiquita que me acompaña gracias a la amabilidades de mis anfitriones) sin los afanes que trae una ciudad que a veces no le permiten a uno ver el horizonte (ya sea por tiempo o porque los edificios no dejan).
Bueno, por ahí estoy yo, con mi pinta rara (en serio no tengo mucha ropa para tierra caliente), y si los que me conocen piensan que me visto raro en Bogotá, imagínense mis pintas por estos lados del pacífico. "Que no", tengo que explicar a menudo, "que no tengo ninguna ascendencia japonesa". Al principio pensé que era porque mis ojos son un poco alargados, pero ahora estoy segura que es por mi ropa, ya saben cómo se visten los japoneses ¿verdad?
En la playa a veces voy de jean y camiseta, y usualmente llevo zapatos de playa porque no tengo la valentía que se requiere para pisar arena caliente o esas pequeñas piedritas en el mar. Hace poco hablaba con una amiga en Sudáfrica que me confesó que a ella tampoco se le quita lo rola: nosoylaunica.
Volviendo al transporte, creo que esta no es una isla para no tener carro. Los transportes públicos son más bien escasos, aunque si alguien quiere enterarse, se les tiene el link :
(http://www.heleonbus.org/schedules-and-maps/intra-kona-7-1-2014). Inclusive en la moped es complicado moverse fuera de Kona, puedo ir al norte por el Shouder (ese espacio al lado de la carretera y que acá usan sagradamente para las bicicletas, personas y mopeds que nunca alcanzarán la velocidad mínima requerida). Hacia el sur la cosa cambia, porque la velocidad puede ir hasta 55 millas por hora, el Shoulder es demasiado angosto para andar por él.
¿Cómo se mueven entonces los visitantes? Mochileros hay por montones, o gente de intercambio y se transportan echando dedo. Yo sé, yo sé, es peligroso y los colombianos estamos acostumbrados a desconfiar hasta de nuestra propia sombra (y bueno, tenemos razones de sobra). Acá he conocido gente cuyo casi único medio de transporte es ese, y sobreviven. Dos argentinos, y una niña que se mudó para estudiar y valientemente vive casi en Ocean View (vean el mapita), y sí, a veces tienen que caminar bastante antes de que alguien los lleve, pero ninguno de los que los llevan los ha atracado, o hecho propuestas indecentes, o raptado, o violado... los llevan y los dejan, es todo. Y como dice un buen amigo, el día que a uno lo quieran cortar en pedacitos y sea el día que a uno lo tengan que cortar en pedacitos, pues lo cortan en pedacitos (no lo dice así, pero es la idea)...
Mucha gente también se mueve en bicicleta, y de lo que más sorprende acá, es que los carros se detienen para que pasen, si van por el shoulder se abren para que no sientan el carro encima, tienen prioridad en el paso y no he visto el primer conductor que les pite o los insulte. Claro que la bicicleta es buena para moverse en Kona, no sé si al querer ir a otros sitios sea tan buena idea. Me parece que se puede combinar esta con algunos días de rentar un carro (sobre todo cuando se va a otros sitios lejos).El método de transporte también depende de las razones para las que la gente viene acá.
Caminar o salir a correr también es una muy buena opción si la idea en conocer. A todas horas hay peatones corriendo por el shoulder, y la mayoría de ellos saludan o al menos sonríen al hacer contacto visual, es una costumbre muy bonita a la que podría acostumbrarme.
Por otro lado, la ventaja de este tipo de caminatas es que el océano acá es público, lo que se dice público, y por muchos lugares hay entradas a donde se puede acceder, ya sea a una playa o a verlo, los "shorelines" y hay avisos por doquier. Entrando en ellas se encuentra uno con playas repletas de piedras de coral, o de arena de diferente color, o de piedras volcánicas. Es para descubrirlo de a pasitos. Por ahora les comparto una de las visiones más lindas que he tenido entrando por esos shorelines, y es el contraste de la roca volcánica con los diferentes azules que terminan en el azul del cielo. Las palmeras como marco del paisaje.
Uno de los regalos que recibí por navidad fue un libro de leyendas de Kona, así que la estadía acá ha cobrado otro significado más, entiendo por qué en las playas donde todo el mundo va a divertirse se enmarcan letreros de "sagrado".
Hoy me dio por rebuscar en el pasado, mirando posts del 2015 en Rola de Viaje....
ResponderEliminarNo había visto esta publicación amiga viajera, pero te cuento que poquito a poquito me voy acostumbrando a andar descalza y aún así no se me quitara lo rola del todo. :)
Tu amiga en Sudáfirca :P
Mi Carolita, gracias al cielo no se nos quita lo rolas jejeje, uno va aprendiendo lo hermosas que son las raíces. Te quiero.
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